Dos chicos con un mismo interés, los llevo a agredirse más de una ocasión. Y al interés le encantaba ser la razón de tales acciones. Al menos hasta que la casualidad y lo inesperado se les presentó. La casualidad que siempre estuvo presente pero ausente. Y aquello inesperado que te absorbe y te arrastra con ello sin que te des cuenta. Emociones qué tal vez siempre estuvieron allí, como la fascinación...y devoción. Una antigua amistad sincera. Gratitud, celos e impotencia. Interacciones...Qué despiertan curiosidad e interés, en la misma personificación del interés.