En un mundo dónde la jerarquía comienza desde el más débil. Los Omegas tienen una sobrepoblación que a lo largo de los años, los volvió la raza predominante. Debido a ello, se han tenido que tomar medidas con respecto a la fuerza y a la voz de los Alfas, poniéndoles un collar de metal que los hace prácticamente inútiles en sus sentidos. Sus derechos son violentados día a día y ninguno creía en un destino diferente que ser el ayudante del celo de algún omega. Menos Dazai. Podrían someter su fuerza y su voz, pero jamás su mente. Su maravillosa mente que tenía todas las respuestas para su liberación. Solo tenía que convencer a Chuuya Nakahara.