Dos personas completamente diferentes comparten un secreto, uno que si llegara a saberse supondría el fin de sus carreras, todos les darían la espalda, ustedes pensaran: ¿que tan grave puede ser?, todos guardamos secretos de vez en cuando, pero a veces, el secreto que la persona esconde no es algo que esperas de ellos. Gulf Kanawut y Krist Perawat, dos detectives de la unidad de homicidios, son el ideal de normalidad dentro de un mundo de sangre y cadáveres, todos sus compañeros los respetan como miembros de las fuerzas policiales, cumplen con su deber, son amables con todos y siempre tienen una sonrisa que regalarle a los demás. A nadie se le paso por la cabeza, que detrás de esa fachada de buena persona habían dos asesinos, dos hombres compartiendo una misma realidad, de la cual se enteraron por casualidad, a sus manos llego un nuevo caso para resolver y allí fue que se miraron con nuevos ojos; había algo que los unía, un secreto que guardarían sin importarles las consecuencias. Algún día tendrían que pagar el precio, lo que hacían no era bueno, pero mientras nadie lo supiera lo disfrutarían, aquello era algo que los hacia sentir vivos... Una historia en donde los buenos serán los malos y los secretos estarán a la orden día.