Bibiana ama los atardeceres y Dilan la ama a ella. Ninguno sabía que el otro existía Pero ya su historia estaba escrita desde mucho antes de su nacimiento, ella morena como la arena, el blanco como la nieve, haciendo fiesta en un atardecer prestado. El amor duele, y más cuando no es compartido, o al menos no del todo, el la quiere y ella lo ama, Pero tienen que decidir, si vivir ese amor juvenil de telenovela, o ser sensatos y estar alejados. Es agua y fuego. Calor y frío. Pero al final, termina como un atardecer en lágrimas.