OCHO

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29 de Enero del 2017.
Dilan Pérez.

—Dilan, por dios, te eh dicho mil veces que estoy bien, ¡Deja de ser tan pesado!.– habla Madison mientras me da un manotazo en el hombro.

—Ni de coña, la última vez que te perdí de vista te secuestraron.– termine de decir.

Ya an pasado varios días desde el secuestro de Maddie, y todos nos hemos preocupado mucho por ella, bueno. Más yo, la verdad, no quiero volver a pasar por eso.

—Deja la paranoia Dili, solo iré a ver a Ángela, tampoco es que voy a ir a otra país o algo asi, deja de ser tan exagerado.– Dijo mientras revisaba su celular.–Ya me tengo que ir cielo, te quiero.– me dió un beso en la mejilla y se fue.

Me está volviendo loco.

La verdad, nunca creí que perder a alguien me iba a doler tanto, pues, desde la muerte de mi hermano (que si me había dolido un montón), dije que nunca nada me iba a doler, Pero cuando me dijeron lo de Maddie, supe que las tristezas son diferentes, el hecho de que suframos de distintas maneras, no significa que sea lo peor del mundo, a través del tiempo, te das cuenta que el dolor mas grande no es el que mas nos hace sufrir, si no el que pensamos que nunca vamos a tener. Y por ahora, no me ah llegado ese momento. Se que no tiene sentido, la verdad yo tampoco lo entiendo bien, Pero, si pensamos de manera loca, si lo tiene.

Olvidenlo.

Ya ni se lo que digo, odio pensar mientras tengo miedo.

Porque si, desde lo de Maddie, me enteré que varias de mis amigas están en ese mundo, y por eso tengo mucho miedo.

Bro, nos estamos volviendo locos.

Tienes toda la razón.

Yo sé que la tengo.

Eres un engreído de mierda.

Voto todo el aire que tengo en los pulmones, y me dirijo al patio, y si, estoy en el UBK.

Es la primera vez que vengo luego de 4 días, pues estaba cuidando a Maddison y a Ángela porque Ambas estaban muy mal, hasta ayer que les dieron de alta.

Y como no son exageradas, a penas se vieron lloraron y se juraron nunca más ponerse en peligro, fue asqueroso.

Bibiana y Laila estaban todas llorosas por ese encuentro, a mí me dió náuseas.

Definitivamente no entiendo a más mujeres, ni porque les gusta tanto ese romantiqueo.

Dilan, mejor cállate.

¿Y tú qué?

Pues que cierto señorito que conozco, tenía unas ganas inundables de besar a cierta morena que también conozco.

Ni se de que hablas.

Déjate de tonterías.

Mi consciencia es muy imprudente, y por si acaso, no tenía ganas de besar a nadie.

¡MENTIROSO!.

¡CALLATE JODER!.

Me cae demasiado mal mi consciencia, en vez de apoyarme,  me estorba.

Sentado en el mismo lugar de siempre, me pongo a pensar en Bibiana, no se porque estar acá sentado me recuerda la primera vez que hablamos, no fue hace mucho de hecho, la conozco desde menos de un mes, y ya se ha vuelto una de las personas que más quiero.

Los atardeceres de BibianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora