Dos jóvenes se conocen en una fiesta. La atracción que sintieron por el otro a medida que conversaban fue suficiente como para que tuvieran una de las mejores noches de sus vidas. Algo rápido para después nunca volver a verse. Lo que no esperaban era que el destino los volviera a juntar como compañeros de una congregación religiosa, en dónde ambos están a prontas de convertirse en futuros sacerdotes. Un camino en dónde la obediencia y castidad son las mayores reglas. "Déjame enseñarte un mundo nuevo Takemitchy. Te gustará..." "¿Por qué yo...?" "Curiosidad" "..." Rozando sus labios, Manjiro contuvo el aliento al ver como Takemichi los abría ligeramente. Su mirada hace mucho que dejó de ser pura inocencia, ahora solo era un deseo infernal. "Eres como una fruta prohibida. No tienes idea de lo mucho que quiero romper contigo todas las reglas existentes por la iglesia"