La vida de Naruto Uzumaki siempre había sido difícil. Desde el momento en que nació, fue marcado por el terrible peso del Zorro de Nueve Colas sellado dentro de él. Los aldeanos de Konoha nunca dejaron que olvidara esa marca, tratándolo con desdén y miedo. Aunque Naruto intentaba mantenerse positivo y lleno de energía, el desprecio constante y la soledad pesaban sobre él como una losa.