Sherlock Holmes, el más brillante y conocido violinista a nivel mundial pasa la mayoría del tiempo en un barrio de clase media en las calles de Londres, donde busca mantener tranquilidad y alejarse del mundo del arte y la presión que este conlleva, lo que no espera, es conocer a un doctor y a su hija que a pesar de su humilde forma de vivir, logran cautivarlo aún más que las mejores melodías existentes, incluso las creadas por él