Claro que había una diferencia de edad, pero ¿cuatro años? No era tanto, ¿o sí? Yo ya tenía trece, ella diecisiete. No parecía imposible... hasta que me lanzaba esa mirada de "eres solo un crío". Pero bueno, no iba a ser un niño para siempre. Y cuando eso cambiara...
3 parts