Una cosa tenía Leyna clara cuando se quedó en Japón, y era que no duraría más de tres años en el país.
Para suerte o desgracia había hecho una predicción que estaba empezando a cumplirse.
Segunda parte de I can't be tamed.
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Una cosa tenía Leyna clara cuando se quedó en Japón, y era que no duraría más de tres años en el país.
Para suerte o desgracia había hecho una predicción que estaba empezando a cumplirse.
Segunda parte de I can't be tamed.