Las piernas de el pálido temblaban, al igual que sus brazos, sus ojos estaban rojos de tanto llorar y alrededor de uno de sus hermosos ojos se dejaba notar un moretón, consecuencia de un fuerte golpe.
—Sta- Stanley...—murmura el más pequeño con los ojos cristalizados y con una larga camiseta que le llegaba hasta las rodillas, era obvio que no era suya ni de su novio.
Era James, si no lloraba ante este tipo de cosas no era normal, significa que realmente estaba muriendo por dentro o simplemente no le afectó. Por primera vez en su vida se sintió ya muerto.