@-dylallxn Tanto el espejo como la cámara son conceptos completamente distintos. No podemos esperar vernos igual en los dos sitios porque, por ejemplo, los sensores de la cámara no procesan la luz y la información del mismo modo que lo hacen nuestros ojos.
Hacemos un uso constante de los espejos. Tenemos una imagen en nuestro cerebro de nosotros mismos desde que fuimos conscientes de nuestro reflejo. Los utilizamos para ver cómo nos queda la ropa, peinarse, lavarse los dientes...
Lo que ocurre con las fotografías, es que la idea que tenemos de cómo somos, queda distorsionada en ellas. Cuando nos vemos en otra dimensión distinta a la del espejo, nos vemos muy diferentes y, por lo general, más feos.
Esto tiene una explicación, y es que nuestras fotografías se ven de diferente forma dependiendo de la lente que tenga la cámara.
Esto explica que cuando alguien se ve horrible en las fotografías, es posible que tenga que ver más con la cámara que con la persona que aparece en ellas.