Me encantan aquellas escritoras y escritores que tienen los pies en la tierra, aquellos que nunca agreden a sus lectores, y que son firmes cuando de una corrección se trata.
Por otro lado creo que ya estoy harto de simplemente como algunos autores han perdido el piso:
¡Que les pasa aquellos que son como jarritos de Tlaquepaque! Sabemos que sus historias son grandiosas, pero eso no les da derecho a humillar a sus lectores, y tampoco los que lee deben dar spoilers, insultar y exigir, evítense la pena de sentirse mal por causa de que alguien a quien admiran los bloquee o insulte también.
En esta era de lo políticamente correcto y el todomeofende es vital cuidar lo que escribimos.