Siento que mi pecho se oprime, mi alma se despega, mi corazón se estruja y mi vida se destruye.
Cada pedazo y célula de mi cuerpo te llaman a gritos, quieren volver a oler a ti, sigo sin poder lavar esas sábanas de aquella noche porque no quiero que tú olor se vaya; sé feliz, es lo que deseo... Sonríe y vive, renace como un fénix.
Quiero que sepas lo último que diré de ti, eres la mejor de todas y la que siempre estará en mi corazón. Te amo y jamás te olvidaré.
Antes de irme, te envío mi último beso, guárdalo como las fotos, como los recuerdos, como parte de ti.
Adiós, sé feliz.
~Carta de Rochel a Macri~
La última palabra.