Fama, riqueza, poder, reconocimiento ¿Qué son todas esas cosas sino una búsqueda vacía por llenar una carencia artificial impuesta por una percepción irreal de lo que supuestamente la sociedad espera de uno, por un ego frágil que requiere de la afirmación contante del prójimo par ser llenado?
Estos meses aprendí muchas cosas, entre ellas entendí lo superflua y vacía que resulta esa "competencia" por el éxito o por sobresalir, como un niño carente de atención que constantemente busca impresionar al resto para obtener la aprobación ajena y reafirmar una inseguridad cuya única fuente es el mismo individuo y no lo que diga el resto.
Al final entendí que la vida no se trata de auto imponerse metas ambiciosas para "dejar una huella" o ser alguien, y nuestros talentos no están para presumir al mundo en busca de fama, reconocimiento, dinero o poder, sino para hacer más llevadera nuestra existencia en este breve camino llamado vida, es por todo esto que renuncié a todas mis ambiciones para enfocarme en una sola cosa y esa es "disfrutar de la vida, usar mi talento para hacer lo que me gusta, cuidar mi salud y vivir libre de las ataduras de las ambiciones superficiales y sin preocuparme de complacer o sorprender a nadie más que a mí mismo, la vida es demasiado corta como para desperdiciarla en una carrera cuyos ganadores en su mayoría ya están predeterminados desde antes de que nacieran, al final es crearse preocupaciones porque sí, y yo no caeré en ese juego, sólo me preocuparé de aquello que esté dentro de mi alcance, de ejercer con amor mi profesión y cultivar mis talentos por amor al arte en lugar de buscar reconocimiento, no necesito que el mundo me diga quién soy ni lo que quiero o debo ser, yo sé quién soy y lo que quiero ser y lo que quiero hacer con mi vida, vivir y disfrutar del presente