Casi muero en un accidente en la esquina de mi casa, por solo ir a comprar un paquetito de sal, cuando llego a casa me tiré al suelo a llorar. Ahora tengo una cicatriz gigante en mi pierna derecha y me pongo a pensar que uno nunca sabe cuando puede salir y no volver, che ¡hay tantas cosas que quiero hacer aún! Que locura haberme dado cuenta recién y de esta forma jaja.