'cuchen gente, escribí esto a la madrugada y lo muestro porque si no se va a empolvar en mis conversaciones de whatsapp conmigo misma (escuchamos y no juzgamos) =
Cuando hablo la cago. No sé hablar. Se escribir, lo cual es diferente.
Cuando escribo puedo poner en contexto las palabras que no sé soltar. Cuando escribo, la maraña de nudos se vuelve un algo claro que leer en voz alta.
Cuando hablo me enredo. Me pierdo en los detalles, en los tiempos, en las mayúsculas y en los nervios. Y antes de darme cuenta te veo impacientarte, queriendo que llegue al punto seguido para poder hablar vos, porque sos demasiado amable para interrumpirme por lo sano.
No sé cómo lo hacés, hablar como si fuera fácil. Yo termino por callarme y comer, mirar abajo, mirar arriba, pensar <<puso mal la coma>> y, en mi mente, corregir tu analogía. En mi mente, nada más.
Pero recién ahora me dí cuenta que no hablo. Que escucho, que escribo, y que termino por pensar. Te dejo hablar, porque vos sí podes. Y porque cuando hablo, la cago.