Queridos lectores.
Quiero agradecer tantos años de apoyo, de espera. Esto parece una locura justo ahora, pero estoy en paz y feliz.
Creo que es el momento de darles el adios debidamente.
Fue un placer en su momento escribir para usted pero mi vida ha cambiado y me he reencontrado con mi Padre, honestamente no quiero ni creo marcharme de su presencia nunca más pero gracias por todo.
No quería marcharme de esta plataforma sin que supusien la razón o pensaran que algo malo me había sucedido. Estoy bien y quiero que ustedes también lo esten. No esten tristes, por favor.
Hay un camino largo por recorrer en nuestras vidas, pero solo si hay un propósito.
Amen a Cristo tanto como Él nos amó para dar su vida por nosotros.
Espero y deseo que su gracia y bendición los alcance siempre.