Desde pequeña solía imaginar un montón de historias, tantas que no podría recordar cada una de ellas tan fácilmente. Se las contaba a mis amigas y ellas me contaban las suyas igual, las actuábamos en soledad sin temor a que nadie nos juzgue, pensado en cómo sería ser descubiertas y que nuestras historias terminen en la gran pantalla, como lo desea cualquier escritor.

Llegamos a una triste y a la vez maravillosa conclusión: Algunas personas son capaces de imaginar mejores historias que las que nunca podrán aparecer en la gran pantalla.
La imaginación tiene los límites que tú le pongas y siempre se puede llegar más lejos, aunque de ser así las historias nunca poseerían un final, el cual siempre es necesario.

Amante del amor y de los gatos. Lo sé, una combinación extraña si te pones a pensar ¿Qué podrían saber los gatos acerca del amor? Pero yo no pienso en el amor como lo piensan la mayoría de las personas. Suelen decir que el amor es la fuerza más humilde, pero la más poderosa que dispone el mundo. No, yo no pienso en el amor de esa manera. Uno idealiza el amor pensando que su pareja le amará incondicionalmente, por siempre y para siempre, pero con el tiempo la vida te va enseñando que quizás el amor es más un pacto, una negociación afectiva de convivencia.

El amor parece un perro pero es un gato.
  • Venezuela
  • JoinedMarch 25, 2015

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