"Ahora comienza el tiempo de la creación, aquel en qué todos los hombres podrán acceder a un dominio que les pertenecen en propiedad. La creación, no solamente será compartida por todos, sino que estará hecha para todos. 

El artista no será ya una especie particular de hombre, sino que cada hombre se convertirá en una especie particular de artista.

La única condición previa para ello será la de tener una educación auténtica. Una educación que nunca ha existido. El despertar continúo y sistemático de la sensibilidad a partir de los primeros momentos de la vida no ha sido nunca garantizado ni por los padres, ni por los sacerdotes, ni por los maestros. Nadie nos ha invitado a bañar cada uno de nuestros gestos, cada uno de nuestros actos, cada una de nuestras palabras y de nuestros pensamientos en una gracia donde lo auténtico se confunda con la ética. Nadie nos ha invitado a «hacer unas obras de arte con nuestras vidas»

Cómo desgraciadamente acontece con toda educación, esta disciplina necesaria supone unos medios de coerción poco compatibles con los métodos pedagógicos actuales y con las mitologías democráticas.

Entonces, ¿Quién se atreverá a aceptar el reto de la impopularidad?

Y, no obstante, ahí residirá mañana la elección fundamental para nuestro destino".

Georges Mathieu. Argos. Enciclopedia temática. 70-75 Bellas Artes. Prólogo por Roger Caratini.