Hola, hola...
Carta a ti que estas en el cielo… (A peticion de un reto de @Editorial _Daher
Qué difícil es saber que no estas, mis brazos extrañan rodearte y perderme en el dulce aroma de bebé, extraño esa mirada que nunca me diste y me dejaste con todo el deseo de ser llamada mami por segunda vez, pero sé que Dios sabe cuándo es el momento perfecto para dar vida y más aún para proclamarla devuelta, y aunque sea difícil de entender, entiendo que no eras para mí. A través de estas letras, vengo a decirte, angelito mío, que aun sin existir, te amo, soy esa mujer que siempre te había esperado y en mi corazón siempre estará ese espacio que solo será tuyo.
Aún tengo la esperanza de verte en mis sueños, ¿sabes?, conocer como serias físicamente, sentirte como sé que nunca pasará en esta realidad tan cruel.
Admito, que he peleado con Dios, cuestionándole por qué no estás aquí, porque no tengo la dicha de tenerte, pero ese mismo Dios, me ha dejado ver a tu hermano diariamente, verlo crecer sano, ese es mi mayor regalo y agradezco día a día por él.
A través de estas líneas, solo te diré que en la batalla de mi vida eres, junto a tu hermano, mi faro seguro, mi lugar de refugio, puedo admitir que, aunque es una locura, espero encontrarte en otro lugar, poder darte estos besos y abrazos que aún tengo guardados que son solo para ti, te amo, hijo mío. ¡Dios te me bendiga donde sea que estés, angelito mío!
Ahora vengo a decirte, mi niño, que solo queda la continuación de mi vida hasta que llegue el momento de encontrarnos, solo me resta decirte hasta luego, porque aún no me resigno a la idea de no conocerte, tengo la certeza de que Dios, abrirá esa brecha donde nos permitirá besarnos y abrazarnos sin cesar, aun mantengo la esperanza, aunque como lo dije antes, eso parezca una locura.
Te amo, mucho angelito mío, se despide; tu madre.
Katherine Ureña.