Todos estamos agrietados. Cada uno de nosotros empieza siendo un recipiente hermético. Y pasan cosas, personas que nos dejan, o que no nos quieren, o que no nos entiende, o a las que no entendemos, y nos perdermos, nos fallamos y nos hacemos daño. Y el recipiente empieza a agrietarse por algunos sitios. Y, si, cuando el recipiente se agrieta, el final es inevitable.
- JoinedDecember 21, 2014
Sign up to join the largest storytelling community
or