Y es que el problema no es que no me mires si no que me duele que no lo hagas.
El problema son tus palabras y que ni si quiera tu lo notas o el echo de tener que verte.
Son esos segundos en dónde sonrió sin notarlo porque estás cerca o las palabras que intercambiamos.
Puedo no buscarte pero mi mirada si lo hace y justo es este momento donde recuerdo lo que es un corazón roto, la sensación y las ganas de llorar pero aquí el problema es que no hiciste nada.
Me enamore sola y también me rompí el corazón sola.
Quizá y solo quiza por esa razón estoy tan enojada porque no importa que haga tu no me amarás y jamás habrá un nosotros.
Tu le sientes el teléfono pero conmigo ni siquiera contestas y quizá eso es lo que en este momento duele.