Miré al frente tratando de ignorarlo, pero por su puesto él no hizo lo mismo.
—Apuesto a que te acaban de romper todas tus ilusiones —me habló con voz burlona, no le respondí nada, no sabía que decirle, maldito Pablo, cada día lo odiaba más—. Si sigues como perrito faldero después de esto es que eres muy tonta —añadió.
—Porque me estás hablando —mascullé irritada
—¿Por qué te pones a la defensiva?
TWILY.