Érase una vez una mente que divaga bastante pensando en los fuertes problemas que en su sociedad habitaban, dejando al descubierto su manera de pensar; La mente fue torturada y sacrificada,  dándose de tarea inculcar una cultura de bellos lectores que se empapaban de diversos personajes ficticios y/o reales de los cuales emanan sentimientos más puros que de aquella sociedad en la miseria.
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