-¿Sabes que fue lo que dijo mi papá que sí ne dolió un poco?
-¿Qué?
Solté una sonrisa amarga y una leve carcajada por lo bajo.- "¿Qué monstruo hemos creado...?
No quería ni verlo. O más bien... su rostro, quizás sus ojos de desaprobación y dolor.
-Eres mi monstruo entonces.
Estaba acostada en el asiento, muy sorprendida ante su respuesta, mis labios se abrieron para tomar un aspiro suave, lo escuché removerse y segundos después sus labios estaban contra los míos y sus manos en mi cintura, le correspondí el beso, y estoy ayudando a que recuerde como era todo, al separarse me vio a los ojos y me sonrió levemente.
-Mi monstruo... mía. -Susurro contra mis labios y nos fundimos en un intenso beso cargado de emociones.
Sentí como un poco de la carga que tenía, desaparecía de mi pecho y dejaba mi mente vacía, disfrutando de aquellos labios que me robaban suspiros, sus dientes atraparon más de una vez mi labio inferior causando que mi piel se erizara, esta vez se separó y se desplomó en el sillón del piloto.
Dos palabras no dejaban de resonar en mi cabeza, causando que mi corazón latiera a prisa.
"Mi monstruo..."