SinaCruz5
Si te pones a pensar, en realidad no odias aquella mirada profunda sobre tu alma, tampoco aquel aroma tan profundo y cálido que te invita a descansar, mucho menos aquel tacto frío que hace estremecer tu cuerpo; simplemente no le puedes tener miedo a la muerte, si no a la idea de no poder cumplir todas tus metas y sueños.