𝑳𝒂𝒅𝒚 𝒐𝒇 𝑰𝒄𝒆

Allí te voy a esperar, mi princesa.- le robó un beso y se alejó de ella, para bajar hacia el patio y desaparecer entre la muchedumbre 

¿Solo con mis ojos?- le guiñó un ojo, para después dibujar una sonrisa victoriosa en sus labios.- Siempre logro lo que deseo, princesa.

Vamos, Aleia.- Agachó su cabeza para quedar cerca del rostro de la platinada e hizo un pequeño puchero. - Vayamos a la cabaña 

—A veces no te soporto 

—¡Leia! —apartó las manos de esta. —Eso duele...

—Pero no llores, no aguantas nada...

Eres una cabezota, Aleia Targaryen. - llevó sus manos a las mejillas de la rubia y repartió suaves caricias en estas.- Sabes perfectamente que mi amor hacia ti es sincero y que soy capaz de hablar con tu padre para pedir tu mano. Pero respeto tu posición actual y si algún día estás preparada... - bajó su cabeza para quedar a centímetros de la contraria y dejó un corto beso en sus labios.- Lo haré 

No te voy a mentir, me gusta Delylah...- El ojizclaro siguió mirando a aquellos ojos, que eran su perdición. Rhysand amaba a Aleia y si ella le decía que deseaba que solo fuera de su propiedad, accedería. - Pero a ti te amo, Aleia. Ya te lo dije hace una semana, deseo casarse contigo pero solo cuando tu corazón me pertenezca en su plenitud. 

No quieres que te deje y lo sabes.- Posó sus manos en la cintura de ella, con la mirada fija en los orbes de color púrpura; aquella situación lo ponía muy nervioso y sabía que era vulnerable ante ella.

Alzó una ceja viendo como jugaba con sus accesorios — Y parece que hay algo más además del "caballero" — dijo curiosamente antes de reír un poco — Enano... me dice enano y soy más alto que ella e incluso más alto que mis hermanos mayores, aunque con Aemond es más discutible.

— Porque iré con él, mi hermano y mi cuñado a Dorne en unos días, y ya que yo no lo conozco pensé que tú eras la mejor persona para hablar de él — se encogió de hombros caminando tranquilamente.

— Suena bien, supongo, parece que quieres alejarte un rato de la ciudad ¿no? — preguntó caminando con ella — pensé que tenías un guardia real contigo.

— Ah, ya veo. De todas formas no me sorprende, Rhys no es de hablar con demasiada vehemencia de las personas, con que las mencione ya expresa cierto aprecio.

— Ahora me causa curiosidad saber que fue lo que Rhys ha dicho de mi, espero que nada vergonzoso aunque es capaz de hacerlo.

— Ya veo ¿es algo que le sucede muy seguido? Porque debo decir que hasta el momento mi padre no me ha buscado esposo, creo que esta mas concentrado jugando sus cartas sobre la guerra que preocupado por casarme con alguien.

—No claro que no, me ofende más que me vean viejo —bromeó riendo— pero usted en cambio luce bastante joven para ser mi abuela también.

—Y de paso se ríe de mí, es la primera vez que una mujer se ríe de mí.

—Pero soy el primer Duncan de la familia —sonríe de lado— ninguno de tus ancestros por ejemplo tuvo un Duncan... ¿Y en serio me veo tan viejo?

— Claro que acepte ¿preferías que Calen se casara con un viejo panzón que podía ser su abuelo? yo quiero cuidarla y... ¡Aleia ya suéltame, suéltame! — se quejó sacudiéndose para liberarse.