Cerelle, cariño, ¿por qué me hablas de usted? Sí sabes que te conozco desde que eres un bebé y que eres muy cercana a mis hijos y hermana, ¿no? No tiene sentido que me hables de esa manera. Llámame Alicent.
No la estás perdiendo, es la etapa de la rebeldía. Todas pasan por eso, nosotras como madres debemos entenderlos. DIME, juro que no te regañaré. (O si)
En esto nos convirtió el amor verdadero, pediría disculpas pero no serían genuinas. <//3 BIEN, cansado, no puedo levantarme de la cama por la pereza. ¿Dormiste bien?