Vieron cuando te gustó alguien por años. Y, en su momento, lo sentías pero no lo sabías. Pasa mucho tiempo, vuelves a ver a esa persona, te acuerdas de varias cosas y dices "Oh". Entonces le das nombre al sentimiento y pasas por una etapa extraña, que dura más de lo que te gustaría, donde te preguntas qué habría pasado de saberlo antes. Perdiste tu oportunidad. Esa persona ya no te conoce. Quizás nunca te conocerá. Y tienes que obligarte a salir de ese lugar porque no se puede vivir en el pasado. Pero, por lo menos, esta vez pudiste ponerle nombre.