—Aquellas eran noches solitarias para Önur, pues tristemente el cabaret del pueblo dónde hacía vida había decidido no trabajar por las fiestas.
"Patético" se repetía en la cabeza de aquel joven.
Había decidido salir a pasear y ver el cielo nocturno, pues la lejanía de su tierra y familia a veces le afectaba, pero una lucha interna crecía, pues para su familia había escogido el camino del pecado.
De tanto caminar decidió sentarse en aquella fuente, buscando despejar sus pensamientos y borrar todo aquel oscuro sentimiento que a veces le invadía, puesto que la tristeza le distraía de sus verdaderos objetivos, Miles de pensamientos traficaban en su mente hasta que su tranquilidad fue rota por la presencia ajena.
Dirigió su vista al contrario, alzó una ceja con cierta curiosidad y mostró una sonrisa pequeña y maliciosa que le caracterizaba—
Buenas noches. —El acento proveniente del medio oriente era evidente—