Pensé que sería muy poco solamente ese regalo, así que pensé en regalarte una visita completamente pagada a la peluquería para retocarte tu tinte. ¿Qué dices?
¿Recuerdas ese kit de labiales de Dior que tanto te gustaron el otro día que salimos? Pues adivina quién casi se molió a golpes con una señora para comprartelos.