Las mentiras son malas. Es broma, es broma. Nada de pena además no tengo mucho que hacer y eso es aburrido, así que, si necesitas la ayuda ahí seguirá la oferta. ¿Sí? Que bien. Bueno te tengo una anécdota graciosa, en la última sesión de fotos, el fotógrafo estaba buscando nuevos ángulos y... ¡Se cayó! Y quise ir a ayudarlo pero solo me empecé a reír. Fue horriblemente graciosa.