¡Bienvenido al Eón Festival, Hades! Espero que tenga una estadía increíble en São Paulo. Cualquier duda o inconveniente que surja, me tiene a mí, su guía divina —y probablemente, la única sobria después del segundo brindis— a su total disposición. El clima bajó cinco grados desde que llegó, si soy honesta, me siento un poco intimidada. Le dejamos una mesa en la sombra, como pidió. Si alguien desaparece misteriosamente esta noche, asumiremos que fue por amor. O por usted.
Y esta vez sí le asignamos un espacio lejos de las plantas, por respeto a las plantas. Por si acaso, mantendremos la pista de baile bien iluminada. Sabemos que las sombras lo siguen, pero los Dioses del cielo se asustan fácil. ¡Disfrute la noche, Su Majestad lúgubre!