Mirko.

／Suelta una pequeña risa, dejó el teléfono a un lado y se acerca a la albina para abrazar su cintura.
            Creo que te ves muy adorable así, linda. Y sí, te cocinaré, pero no prometo que salga muy bien.

Mhm, ¿no íbamos a comer, linda? Me muero de hambre. ／Apretó suavemente las mejillas de la morena, sonriendo ligeramente.

／El azabache suelta una pequeña risa, comenzando a acariciar el cabello blanco de la morena y dejaba que se recueste en su pecho.
            Estás muy exigente, conejita. ／Dijo un tanto divertido, dejando suaves besos sobre su mejilla.

／El azabache no pudo evitar sonreír ligeramente gracias al beso, finalmente se retiro del interior de la mujer para tumbarse junto a ella.
            Creo que nunca me vas a superar... ／Ríe suavemente y los cubrió a ambos con una manta.

／Dejó un par de marcas moradas antes de besar aquellos labios, correspondiendo de inmediato aquel beso que había empezado la coneja. Al azabache le tomó un par de embestidas más llegar a su orgasmo, hundiéndose dentro de Rumi completamente, comenzando a liberar su semilla.

／Jadeo con suavidad gracias a las marcas que la albina dejaba en su piel, terminando por apartar sus labios de la zona para poder atacar el cuello de esta, clavando sus colmillos suavemente.
            N-no tengo intenciones de parar... ／Gruñe suavemente, golpeando el fornido cuerpo de la morena cada vez más fuerte, sintiendo una gran oleada de placer gracias a ella.

／Este disfrutaba cada gemido que ella soltaba, siendo música para sus oídos, además de incentivarlo a hacer sus movimientos más bruscos. Un suave quejido broto en su piel al sentir los dientes de la contraria clavarse en su piel, apretando sus propios dientes.