Artesana de palabras y otras labores (accesorios, bisutería, bordado); soy madre ochentera, adolescente reciclada, traductora, diseñadora y creadora, lectora y soñadora. Nací el '73 y viví mis primeros 17 años en la dictadura militar de Pinochet.
Amo leer y escribir. Desde niña escribía poemas y cuentos (muy infantiles, obvio), participé en un taller literario escolar y estuve a cargo de redactar el diario mural también. Estudié Traducción e Interpretariado en inglés y francés. No tenía mucho tiempo para escribir algo propio pero hay relatos sueltos de aquel entonces, que aún sigo buscando, XD. De todas formas escribía mucho pues la profesión se trata de verter, traducir y redactar; algo que no me cuesta, creo que es un talento innato que agradezco profundamente. Cuando empecé a trabajar y además nació mi hijo, no pude continuar escribiendo. Ahora que puedo, retomo el hábito de escribir. Agradezco las herramientas nuevas de la tecnología. Vengo de la era cuando se escribía sólo a mano o a máquina; tuve la primera, una Olivetti manual, en el colegio y cuando me titulé recibí una Panasonic electrónica. ¡Cuántos caracteres escribí en ellas! ¡Qué nostalgia! Y si querías publicar, debías ir a una editorial y conseguir un agente, golpeando muchas puertas. Ahora cualquiera puede publicar online... aunque he visto muchos bodrios y muchas faltas ortográficas, de gramática o textos mal redactados.

Creo mucho en la fantasía. Siempre estoy imaginando cosas, frases, historias, situaciones, etc. El mundo que está dentro de mi cabeza es mucho más interesante y divertido que el exterior. Vivo permanentemente en dos planos: el mundo real y el imaginario que existe en mi interior. Siento que no me quiero quedar fuera de la literatura, pero tampoco tengo la obligación de terminar siendo una escritora famosa.
Gracias por leer, votar, comentar, seguir, etc. Sus opiniones son bienvenidas.

Profe: Tienes diez libros, si te quito cinco, ¿cuántos te quedan?

Yo: Diez libros y un cadáver...