"No te preocupes Autumn" me dice mirandome como si fuera la cosa más frágil que hubiera visto nunca, desvío la mirada y sigo mi camino, para él solo soy una pequeña chica a la que proteger, no ve nada más en mi, me ha otorgado el título de "chica indefensa" y yo lo he alentado, porque en el fondo me gusta verme a mi misma como la damisela en apuros, porque lo convierte a él en mi caballero salvador, el dueño de todos mis escritos.
Me siento en un rincón del parque y comienzo a escribir.
"Tengo la maldita costumbre de pensar en ti pensando en mí.
Sigo pensando en que cada que ves una flor marchita recuerdas la nostalgia que esconden mis ojos, de la misma manera que yo recuerdo los secretos que esconden los tuyos.
Permanezco en silencio a kilómetros de distancia por temor a que sí me acerco un centímetro más, mi corazón no sepa callar y te grite todo el amor que siento por ti.
Porque mi miedo a perderte me llevo a no tenerte.
Porque nos destrui al prometerme cosas imposibles, al susurrarme secretos inventados que no salieron de tus labios."
Siento mis mejillas húmedas por todos los recuerdos y esperanzas que salieron de mi en forma de lágrimas.
Oye, ¿qué sucede? dice mientras se sienta a mi lado, yo niego con la cabeza, él toma mi libreta y comienza a leer, es listo, ya lo sabé, me mira con sus labios formados en una sonrisa apenas perceptible y lo siguiente que hace calla todo el ruido en mi cabeza.
Al terminar el beso, me envuelve con sus brazos y entonces ambos lo sabemos, siempre sere la damisela en apuros y él siempre sera mi caballero salvador.