Y un día me voy a ir.
Así como se nos fue el otoño,
Así como llegó abril;
de imprevisto, roto,
con ansias y sin saber que tendría fin.
Como el cuervo que se escapó
aunque le hayas hecho creer que dependía de ti.
Porque aunque nada anhelo más que quedarme
Sería en vano
sabiendo que terminaría destrozada mi mano
y que nada te importa ya de mí.
Y un día me voy a ir.
Y esta vez no es una amenaza de afligida,
Ni un manotazo de ahogado:
Es la realidad
Dándote tu tan merecida cachetada,
Torciéndote por fin el brazo.
Ya no voy a insultarte
porque sería inmaduro.
Y ya no voy a maldecirte
porque sería un desperdicio.
De todas esas cosas te ocupas vos.
Yo, simplemente
Me voy a ir.