A veces, bueno casi siempre, me pregunto cual fue el motivo de mi salvación, por qué? Para qué? Para qué me sintiera así de ésta manera, tan aislada del mundo, de las personas?
Cada noche, lentamente, cae una lágrima sobre mí cara. Será por qué se están quedando sin fuerzas? O será que se cansarán de salir y simplemente se derrumban por dentro. Caen por dentro con el fin de no llamar la atención de nada, ni nadie.
Ésta actividad es constante en mi rutina diaria, saben por qué? Porque haciendo eso me desahogo, me descargo de todo por un rato. Pasan todas las cosas que me causa estrés y las medito para luego darme cuenta a lo que verdaderamente hay que ponerle importancia.
Pero siempre vuelvo a lo mismo y lo único que puedo hacer para salir es haciendo eso, llorar, solamente llorar.