────/en ningún momento opone resistencia, totalmente lo contrario, pues se muestra a gusto con la dama, sirviendo como un apoyo para que ella pueda hacer lo que desee con él, pues en primera instancia, ella igual había resultado ser benevolente con él cuando se halló en una situación similar. Era sin duda extraño el sentir como la energía fluía por sus venas, como una clase de sangre la cual, desde luego, ellos carecían, pero se sentía tan caliente, similar a que se quemara por dentro en una especie de extasis. Trata de apartarse sólo unos segundos de ella, apenado por tener que romper tal unión entre ambas bocas, dejando un adorable hilillo entre los dos como signo de que con anterioridad habían sido complementados. Toma asiento en una de las sillas del comedor, aprovechando la cercanía de la misma, depositando a la dama sobre su regazo, tomando de nuevo la mejilla ajena para volver a unir ambos tactos en un fogoso beso.