Me volví a ilusionar como si fuera un niño.
Siendo ya un adulto y conociendo la vida, hice caso omiso y me alejé con paso firme.
Es bello y doloroso volver a sentirme así; los sentimientos te juegan una mala pasada. Pero, con el tiempo, se logra no dejarse llevar por aquellas emociones fuertes, dulces y, sobre todo, pasajeras.
Dime, ¿te has sentido así en algún momento de tu vida?, ¿hace cuánto? y, ¿que pasó?