Sal al balcón y mira al cielo. ¿Qué ves? ¿Un bóveda celeste con motitas de algodón aquí y allá? ¿Un mar nuboso, embravecido por luces zigzagueantes? ¿Que no con esas palabras? ¿Y eso? Vivimos bajo el mismo cielo, juro por mi tercer ojo que no soy un alien.

¿Qué ocurre entonces? Según mis apuntes de Psicología, es solo cuestión de perspectiva: cada uno percibe lo mismo de forma distinta, se fija en otras cosas, le da su toque al universo.

Por eso leemos, ¿no? Para observar desde una perspectiva distinta. ¿Y por eso escribimos? ¿Para mostrar la nuestra? Oh, no; nuestros personajes no ven el mundo como nosotros. Otras experiencias, otra forma de percibir. Que se lo pregunten a Layla, Celia, etc. si no confían en mi palabra.

Entonces, ¿a qué esperas? ¿A una invitación? Bienvenido al multiverso Agur, viajero, anhelo encontrar tu constelación por aquí.

Nota: Apellido vasco-navarro, pronunciar con el fonema /g/.