──pero no es el caso, ¿no? ──suelta restándole importancia, mientras une sus frentes, repartiendo caricias por su cabello, hasta su nuca, sintiendo cómo él la sostiene con sus grandes manos, dándole seguridad y firmeza para seguir allí, expuesta ante él, recibiendo todo lo que tuviera para darle y devolviéndole todo de suyo, de un cariño que no se tambaleaba o que no quería hacerlo, eligiendo permanecer y soportar junto al hombre que amaba. el ósculo en su anillo es un consuelo, que la anima a entrelazar sus manos, poniéndose de pie de una buena vez, con las piernas llenas de arena y en su cabello aroma a sal.
──tú eres.. todo lo que quiero en este mundo, Usher, mi futuro esposo. ──sin mirarle, dejando que en sus pupilas brillen las luces de los barcos en el horizonte de aquel mar que navegaban como ella se había embarcado alguna vez en aquel romance con el profesor y, desde entonces, seguían explorando las aguas desconocidas de las profundidades de sus sentimientos, yendo más allá, aunque el destino era incierto y muchas veces las olas azotábanle, seguían confiando.. en ellos y en el otro. aunque pronto aquello se interrumpe, no pudiendo evitar en su rostro una caricaturesca expresión de incredulidad por las siguientes palabras. ──¿eh? ¿has preparado más cosas? ──cuestiona batiendo las pestañas, pronto sólo ladea la cabeza. ──¡p-pero Usher.. ya has hecho un montón! ¿qué más cosas..? ¿por cuánto tiempo has planeado esto sin que yo me diera cuenta? ──las preguntas se acumulan, para pronto silenciarse, culminando con una risa suave. ──pf.. yo definitivamente.. ──las palabras quedan en el aire, sin culminarse, mientras niega con la cabeza. "No te merezco" pensó, pero calló, sólo caminando al lado de aquel hombre al que adoraba.