twliqht
───────── Ser una celebridad no era tarea fácil.
Mantener el perfecto frente para las masas, la espalda erguida y el encanto característico que había llevado a la cumbre a casa del cantante, actor y modelo: Un trono cuya corona pesaba. ¿Su costo? La normalidad. La domesticidad y la libertad de alguien menos conocido, la baja de la magnitud de las consecuencias de cada pequeño desliz.
Xander ignoró las vibraciones provenientes de su teléfono con una experiencia que sólo podía señalar que ésta no era la primera —ni la última— de las veces en las que le añadiría veinte años extra a su manager. Mensajes, llamadas; todos eran un reclamo desesperado para que parase cualquier locura que haya pasado por su cabeza, que intentase usar su libre albedrío de una forma que no fuese una apuesta en ver que tan descabelladas serán las farándulas si es que llega a ser atrapado por un fan observador.
La moto aceleró con un ronroneo suntuoso, permitiendo que el viento rugiera en sus oídos mientras alcanzaba su destino como un maníaco en una misión suicida.
Y esa misión tenía un nombre: Eleonora.
Ella era todo lo suave y tierno en este mundo: desde ojos que parecían sólo ver el bien en la gente hasta una sonrisa capaz de desarmar las defensas del más reservado. Una cantante conocida por su naturaleza dulce y voz imposible de ignorar.
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@twliqht ━━━━━━━━━ "Créeme, cuando el mío no me vea pegará el grito al cielo.. es que, ¡me quiere mantener encerrada como un pájaro!" Un dulce puchero se forma en sus labios pintados de rosa, la protección de su manager siendo bastante exagerada para algo tan normal como una relación, sabía que era un poco peligroso debido a las carreras tan distintas que ambos tenían, pero el amor no se podía ignorar. Jugó con el dobladillo de su vestido y luego volvió a observarlo. "Eres imposible, Xan." Rie con dulzura aquella joven, negando con su cabeza ante sus traviesas palabras. "Conozco esa cara que tienes.. debes haber hecho todo un plan para pasar el tiempo juntos.. ¿o me equivoco?" Alza una ceja, aunque sabía bien que la respuesta seria positiva, conocía bien al ajeno. Se acomoda en el asiento de la motocicleta y se acomoda el casco, bajando el protector oscuro para ocultar su rostro. "Eres un señorito celoso, ¿hm? Se que mis fans son.. a veces un poco intensos. Aunque tus fans también lo son." Comenta, recordando cuando las chicas en el público se peleaban como fieras por un pañuelo que el había soltado intencionalmente para ella. Opta por abrazarlo, dejando que sus manos recorrieran su pecho con cariño, descendiendo hasta su torso para entrelazar sus propias manos y sostenerse.
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───────── Sesga la cabeza, y con gestos exagerados empieza a fingir un breve periodo de pensamiento, más por la sonrisa ladina que se asoma por sus labios, se derrumba su frágil fachada. “Hm. Depende… Tampoco quiero que tu manager me persiga con antorchas, ya que de por sí estoy asegurado de recibir una lectura de una hora y media como mínimo de parte del mío.”
Encoge los hombros, metiendo las manos en los bolsillos de la chaqueta de cuero que llevaba despreocupadamente, más intenta transmitirle seguridad con una ligera sonrisilla. “Pero tú tranquila. Si quieres volver a casa, tú solo dime. Y si no quieres también.”
Guiña un ojo con coqueta picardía, antes de voltear y tomar su casco en manos, poniéndolo en él con practicada agilidad. “Bueno… Habrá que hacer buen uso del tiempo,” empieza a guiarla hacia la moto con poca inquietud en sus palabras, ofreciendo la impresión de un plan ya creado más no hablado. Es así que le ayuda a montarse sosteniendo de sus caderas, antes de realizar la misma acción y permitiendo que su contraria se abrace a los planos de su espalda. “No te preocupes, tu novio sabe usar sus recursos. Aunque, ¿No te importaría que te robe uno de estos días? Opino que tus fans te tienen por demasiado tiempo.”
Su risa fluye cómo hoja otoñal en la brisa, arrancando con un rugido del motor y partiendo hacia la extensión que era el horizonte frente a ellos— El cielo derritiéndose en un degradé de rosas, naranjas, y rojos.
“Sólo déjate llevar,” dice como si fuese una prevención a posibles sentimientos de miedo. Un confort que llega sin necesidad marcada, pero que se ofrece igualmente a calmar cualquier tormento que intente nublar la alegría pronosticada. “Abrázame. Estaremos allá pronto.”
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Se acerca a él con un salto y toma las mejillas del más alto, dejando muchos besos en su rostro como agradecimiento. "Estaremos un poco más incógnito.. espero." Rie un poco, retirando sus manos de sus mejillas para tomar un poco de distancia.
Observó la mano ajena y no dudó en tomarla.
"Hoy quiero pasar más tiempo contigo. ¿Crees que se pueda?" Pregunta, sus ojos tan azules como aquel cielo que los acompañaba los miraban como si fuera un cachorro triste. "Creo que lo merecemos, un descanso de todo esto."
