El viento frío trae consigo ese perfume que supo acompañar momentos bonitos, que siguen generando me sonrisas al recordarlos.
Ese perfume dulce como tu sonrisa, intenso como el café de tu mirada.
El perfume que quedaba en mis ropas durante horas, después de abrazarte y aveces en mis manos, después de haber tomado las tuyas.
Hacia tiempo no lo sentía, y no es que sea exótico, todo lo contrario, simplemente hace tiempo que no estas cerca, y ahora tampoco lo estás, es ajeno, es otra quien lo usa, pero el recuerdo es tuyo.
La nostalgia de recordarte, acompaña el aroma que te hace presente aunque estés ausente.