Lucifer se acaba el año que viene y yo no sé si estoy emocionalmente preparada para ello.
Sé que soy una dramática de mierda y que nadie va a leer esto, pero para mí las series que veo, y en especial Lucifer, son una forma de reflejar todo lo que me pasa. De 'proyectar', como diría Linda Martin.
Me siento muy identificada con el personaje de Lucifer, alguien que se oculta en una sonrisa y comentarios sarcásticos, en vivir cada día como si no pasara nada, en reír y fingir ser feliz cuando por dentro estas roto, cuando no sabes quien eres, cuando la gente en la que confías te hace daño.
Lucifer era una forma de evadirme, de olvidarme de una realidad que si bien para mí es el mismísimo infierno, para mi familia es una estupidez. Sentía que ¿conectaba? con el personaje, de alguna forma. Y Dios, cada vez duele más estar días y días formando una relación con personajes que sé que no existen, con los que sé que no voy a poder interactuar jamás porque no son reales, y que de un día para otro desaparezcan de mi vida porque, no sé, la serie se canceló o ya me acabé el libro. Quizá tenga algún problema mental, pero de verdad que me afectan mucho más los personajes inventados como Lucifer, como Klaus de The Umbrella Academy, como Leo Valdez de Heroes of Olympus, que muchas personas reales. Y realmente me asusta desarrollar relaciones que se sienten tan reales, que duelen de forma tan real.