Bajo el muérdago

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El muérdago, tiene un bello significado tras la tradición, un muérdago puede mantenerse sano por largos periodos, y conserva su color verde incluso en periodos de hibernación.

Es utilizado generalmente para decorar las casas en navidad. Y se dice, que dos personas que se encuentren bajo el muérdago deben besarse, para tener una relación que se conserve por muchos años y en la que perdure siempre el amor.

Meera sabía esto muy bien. Y después de tantas  idas y vueltas junto a Kaali, no encontraba forma de pedirle que de un paso más.

Sí, se veían, coqueteaban de vez en cuando, tenían citas ocasionales, pero nada más, y ella estaba intentando mandarle señales, señales que él no entendía. 

Se sentía tan frustrada, que pensó en escribirse en la frente "BÉSAME". Así que decidió intentar algo más obvio. 

Buscó el muérdago más hermoso en la tienda y lo colgó en la puerta, así cuando Kaali llegue ella podría insinuar que mire hacia arriba y capte la indirecta.

Su hermana Ishita puso un muérdago en la cocina, otro en la entrada a la sala, y otro más en el pasillo a las habitaciones. Aunque, Meera pensaba que su hermana estaba exagerando, no se negó a la idea, sobre todo por precaución. 

Se vistió con un saree dorado y se maquilló ligeramente. Pronto llegarían todos, su hermana y su ahora esposo, Veer, y el apuesto hermano de su cuñado, Kaali.

Se miró en el espejo una vez más y sonrió ante la vista, sabía que era hermosa y se sentía orgullosa de eso. 

Escuchó el timbre y bajó corriendo.

— ¡Cuñada!—. Veer la saludó en un caluroso abrazo que Meera cortó casi empujándolo, luego abrazó a su hermana.

Y contuvo ligeramente el aliento cuando vio a Kaali, pantalón elegante y camisa blanca con el primer botón abierto, su cabello peinado cuidadosamente con gel y el perfume, varonil y fresco—. Hola—. Sonrió amable cuando él la estrechó entre sus brazos.

— Te ves hermosa—. Dijo con sinceridad—. Y sé que lo sabes—. Ambos rieron. Ella seguía pensando que estaban parados bajo el muérdago y él no se daba cuenta—. ¿Puedo?

— ¿Qué?—. Preguntó distraída.

— Pasar—. Señaló hacia la sala donde Veer era silenciado por su esposa para no interrumpirlos.

— Oh sí, lo siento, pasa—. Meera cerró la puerta detrás de él y regresó al salón. Ishita le hizo señas y ella negó, no sucedió.

Aún.

— Trajimos vino—. Kaali le mostró su botella, Meera fue hacia él con la excusa de ver el vino, pero en realidad estaban bajo uno de los muérdagos de precaución.

— Es de mis favoritos.

— Lo sabemos, Kaali nos lo dijo—. Comentó Ishita—. Meera, amo la decoración ¿Dónde compraste todo esto?

Ella abrió los ojos con astucia, le seguiría el juego—. En el nuevo mall ¿Les gusta?

— Sí, está genial. Kaali, ayúdame con esto, no lo entiendo—. Veer comentó desinteresado arruinando el plan y capturando la atención de Kaali.

Ishita suspiró y Meera agitó los brazos frustrada, él parecía huir de todos los muérdagos que habían en la casa, y es que la decoración no era especial o del otro mundo, solo un árbol y algunas luces, pero lo realmente resaltante eran los cuatro muérdagos alineados. Y Kaali desperdició dos de ellos por ir a enseñarle a Veer a programar su reloj nuevo.

Entre el Amor y la Amistad (OneShots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora