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En ese momento mis ilusiones callaron al suelo. ¿En qué estaba pensando?, es obvio que era más grande que yo. Debe tener unos 39 o 40. Siendo sincera se cuida muy bien para ser un señor.

— Y dime, ¿Qué estás estudiando?.

— Administradora de empresas - Jugando con mis dedos -

— Estas estudiando la misma carrera que yo había estudiado a tu edad - Se ríe -

Verlo reír hace que mi corazón actúe como un loco. Aún no me entra en la cabeza que el sea el padre de Emili, están..... lindo y misterioso a la vez. Su acento parece ser Italiano si no me equivoco, pero Emili habla muy bien el Inglés y no se le nota ni un poquito que sea italiana. ¿Será su padrastro?. No, no, no, no debo pensar en eso.

— Que lindos ojos - Penetrandome con su mirada - un verde muy particular.

siento como su mano se posa en mi mejilla y la acaricia, serca de mi ojo. No podía evitar ver sus labios carnosos y totalmente apetitosos. Como me gustaría probarlo, pero es imposible. Entre el y yo hay un "amor" proivido.

— ¿Eso es malo? - Tragando pesado -

— Al contrario. Eso quiere decir que tu mirada - Se acerca a mi oído y susurra - es extremadamente sexy.

Podía sentir como mi sangre recorría mis mejillas, haciendo que tomaran un color rojo fuego. Me sentía una tonta adelante de él. Parecía ser una persona súper inteligente y  muy astuto para sonrojar a una mujer. Solo porque usa sus ojos canela y su sonrisa encantadora de príncipe encantador.

— ¿Cuantos años tienes pequeña? - Caminando hacia la cocina -

— Tengo 20 años - Caminando detrás de el -

— ¿Te adelantarte un año verdad? - Se voltea y asiento con la cabeza - buena elección. Yo hice lo mismo que tú.

— ¿Y usted cuantos años tiene? - Se ríe -

— Tengo 37 años - Abro los ojos asombrada - si, lo sé, nadie me creería por esta carita tan linda que tengo  - Ambos reimos -

De apoco Ruggero y yo dejamos de reír, y el se aproximaba lentamente  hacia mi. Estaba un poco nerviosa, ya que me intimidaba de una forma que no podía explicar. Fui caminando hacia atrás, tratando de tener una distancia entre el italiano y yo. Fue inútil, ya que choque contra la pared, haciendo que mi mano se posara en su pecho.

Apoyo una de sus manos en la pared, bloqueando me el paso y la otra la puso en mi cintura. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, haciendo que cerrara mis ojos. Tampoco quería abrirlos, ya que si lo hacía veria esos ojos color canela que me intimidan.

— ¿Qué pasa pequeña?, ¿Me tienes miedo? - Negué rápidamente con la cabeza - que raro, porque estoy seguro de que si.

— No, solo quiero ir con Emili...... por favor.

— Esta bien, pero solo una cosa - Se acerca a mi oído y susurra - no le digas a nadie sobre esto - Y sin darme cuenta, depósito un besó en mi cuello -

El se alejó y yo fui por los bocadillos, para luego correr al cuarto de Emili. Cuando llegue, todas las chicas estaban riendo y jugando entre ellas como unas niñas pequeñas. Puse la bandeja en la mesa de luz y me senté en la cama de Emili.

[••••]

Después de tre horas, ya era muy tarde y tenía que volver a mi departamento. Mañana tendría examen de matematica. Ya me sabia todo, pero quería repasar algunas cosas antes de ir a dormir.

🍼𝗠𝘆 𝗦𝘂𝗴𝗮𝗿 𝗗𝗮𝗱𝗱𝘆🍼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora