♡5♡

2K 70 12
                                    

Había algo dentro de mi, que me decía que lo hiciera. De igual manera Ruggero no ama a Candelaria de verdad, solo esta con ella por negocios. Pero Emili, de seguro que si se entera de todo esto estará enojadicima conmigo. Seguramente Ruggero lo mantendrá en secreto.

¿Qué es lo peor que podría pasar?

Rugge se paró y empezó a quitarse la camisa y el pantalón. Al verlo semidesnudo, mi corazón se detuvo. Se veía como un dios griego inalcanzable. Al darse cuenta de mi mirada, se acercó a mi y tomó mi cara con su mano, apretando mis mejillas.

— ¿Impresionada señorita Sevilla?

No dije nada, solamente lo quedé mirando. Se acercó a mi y me besó suavemente. Sus labios tenían sabor a cerveza, pero eran suaves y esponjosos. Intente sacar su mano de mi cara, pero no me lo permitía. De repente, separo sus labios de los mío e empezó a depositar besos cortos en toda mi cara, haciéndome reír como una niña.

— Será mejor que vuelva a casa - Separandose de mi -

— ¿Qué? - Levantandome de la cama - ¿Por qué?

— Mañana tengo trabajo y no quiero desvelar me más de lo normal preciosa - Me tomo de la cintura e unión nuestros labios -

— Al menos.... ¿Podrías quedarte aquí, conmigo?

— Esta bien, pero que quede esto entre nosotros - Acenti con la cabeza - esto no lo puede saber nadie, ¿Okey? - Acenti, nuevamente con la cabeza - buena chica - Depositando un beso en mis labios -

— Si quieres, puedes dormir conmigo. La cama es muy grande y cabemos los dos juntos

— Me parece perfecta la idea. Por cierto, ¿No te molesta si duermo en boxers?

— No, para nada - Agachando la mirada -

Mientras que Rugge estaba quitándose la ropa en el baño, yo estaba poniéndome mi pijama para dormir. No la podía encontrar por ningún lado, hasta que recordé que la había dejado en la casa de Valu. Así queno tuve de otra que dormir solamente con mi ropa interior y mi camisa blanca para dormir. Me hice un chongito en la cabeza y me tiré a la cama rendida.

No sabía porque estaba tan cansada, ya que solamente fui a la empresa de Ruggero.

Estaba apuntó de cerra los ojos para dormir, cuando siento una mano, acariciando mi mejilla. Abri lentamente los ojos y pude ver a Ruggero en frente de mi. Le sonreí tiernamente y de repente las luces se apagaron, asustando me por completo. Me aferre rápidamente al cuerpo de Rugge y este me abrazó riendo.

— Tranquila preciosa - Depositando un besó en mi frente - no te pasará nada.

— Si, lo sé, pero es que.... a mi no me gusta la oscuridad. Es más, la detesto - Cerrando fuertemente mis ojos -

Rugge estaba acariciando mi cabeza, cuando empezó a sonar su celular. Al principio el no quería atender, hasta que la tonada del celular se volvió tan molesto que contestó enojado. Era Candelaria.

‐ ¿Ahora qué quieres Candelaria? - Dijo algo molesto -

~ Primero que nada me bajas el tonito y segundo, ¿Viste las noticias?

- No, ¿Qué pasó ahora?

~ Supuestamente se está acercando un diluvio fuerte. Dicen que durara una semana entera.

- Cande, los del clima a veces se confunden. Seguramente va a llover y nada más. Ahora te tengo que colgar que estoy trabajando.

~ Como quieras.

Y sin más que decir le colgó en la cara. Podía sentir como Rugge estaba molesto y enojado con Candelaria por como lo trataba. Lo trata como si fuera un idiota o como si fuera su sirviente. Es una egoísta, ya que Ruggero hace lo imposible para que tenga todo y no se lo agradece.

No quería que Ruggero estuviera enojado, menos hoy. Esta era la primera vez que se quedaba en mi casa, a dormir, conmigo, abrazados. No quería que por culpa de Candelaria se arruinará todo. No tan fácilmente.

— No te enojes, ¿Si? - Abrazandolo un poco más fuerte -

— No es asunto tuyo

Eso sí me hizo sentir mal. Solo quería animarlo y el ¿Solo se enoja?. Se que no es asunto mío, pero por lo menos debería ser amable conmigo, ya que estoy guardando su secreto de que soy una más de todas sus amantes.

— Pero gracias por intentar animarme - Depositando besos en mi cabeza -

Bueno, algo es algo. Por lo menos no me gritó o me insultó como haría cualquier hombre. Pero, pensándolo bien, Ruggerono es como los otras hombres, el es más distinto y diferente a ellos. Es una especie de hombre no descubierta aún.

[••••]

Estaba abriendo los ojos lentamente, cuando siento una llovizna y un trueno (Fuerte) que lo acompaña. Rápidamente salté de un susto y mire hacia todos lados. La luz aún no había vuelto, pero habia luz natural, la cual me deja ver bien las cosas. Al darme la vuelta, veo a Ruggero abriendo los ojos. Recién se había despertado. Seguramente lo desperté yo con mi salto.

— Preciosa, ¿Estas bien? - Sentándose en la cama, igual que yo -

— ¿No deberías estar en tu trabajo?

— Si, pero ¿No viste la lluvia? - Miro hacia la ventana y si que esta lloviendo muy fuerte - no voy a dejar que mis empleados se enfermen o que se lastime al conducir. Seria horrible si pasara eso, así que decidí darles una semana de vacaciones.

— Que lindo de tu parte - Le sonreí tiernamente -

Estaba apunto de arecostarme en la cama otra vez, cuando mi celular empezó a sonar. No quería contestar, estaba cansada y aún tenía sueño, pero luego recordé que podía ser la universidad. Rápidamente me levanté y conteste rápido. Al fin y al cabo era Valentina Zenere molestandome.

~ ¡Amiga!, no tenemos universidad por una semana - Gritando de la emoción -

- Valu, se que estás emocionada de que no iremos a la universidad y todo eso, pero si me vuelves a gritar juro que voy a cocer te la boca.

~ Perdón, estaba emocionada. ¿Qué tal si luego vienes a mi casa?, le pediré a mi paoa que te traiga. El no tiene problema.

- La verdad Valu, hoy solamente quiero descansar y relajarme un poco. Pero si quieres, mañana si. ¿Te parece bien?

~ Si, me parece bien. Descansa amiga - Finalizando la llamada -

[••••]

🍼𝗠𝘆 𝗦𝘂𝗴𝗮𝗿 𝗗𝗮𝗱𝗱𝘆🍼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora