#𝟎𝟐

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Un puchero inevitable se formó en sus labios, mientras releía una y otra vez, casi sin cansancio, la corta conversación que mantuvo con su prometido desde que su viaje de negocios comenzó, hace tan sólo unas horas

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Un puchero inevitable se formó en sus labios, mientras releía una y otra vez, casi sin cansancio, la corta conversación que mantuvo con su prometido desde que su viaje de negocios comenzó, hace tan sólo unas horas. Quizás estaba exagerando un poco, tal vez demasiado, pero no podía evitar extrañarlo. Era la primera vez en mucho tiempo que pasaría tan lejos de él por semanas, además de que siquiera sabía si podría soportarlo.

Se levantó con pereza desbordante de aquél cómodo colchón y observó el pequeño reloj junto a su mesita de luz, justo al lado de su cama. Suspiró al percatarse de que eran las doce pasadas y ni siquiera se había hecho algo de comer, como debía.

Atsumu se había ido en la mañana y su novio no pudo evitar el querer despertarse únicamente para despedirlo y desearle lo mejor. Lamentablemente, aquello había sido contraproducente; pues para Hinata el levantarse temprano causaba una irritación inmensa por el resto del día.

Hinata caminó hasta quedar frente a la nevera de su cocina, para luego tirar de esta y abrirla con dificultad ante el sueño presente aún sobre él. Su ceño se frunció en señal de berrinche, mientras observaba con indecisión todos los alimentos esparcidos dentro. Al contrario de otros días, había una variedad decente, sin embargo, no tenía ganas de cocinar, en lo absoluto.

Rendido, tomó con lentitud su móvil y marcó el número de sus amigos; en la espera de una respuesta inmediata.

— ¿Quieres ir a almorzar?— Cuestionó cuando finalmente fue atendido, por al menos uno de ellos.

— ¿Sabes siquiera qué hora es?— Se burló Oikawa, alzando con curiosidad una de sus cejas.

— Eso es lo de menos.— Se quejó, caminando nuevamente hasta su habitación.— ¿Acaso ya has comido?

— Nope.— Murmuró seguido de un pequeño sonidito infantil.— Me he despertado hace poco, acabo de regresar a mi casa.— Sonrió e Hinata suspiró, tirándose sobre su cama.

— ¿Otra vez con eso? Pensé que dejarías de acostarte con hombres que no conoces.

— Tú no lo entiendes. Es divertido y satisfactorio cuando no hay un compromiso de por medio.— Sonrió, y pesar de que el menor no pudiera verle; la idea de ello pasó por su mente.

— Satisfactorio es hacerlo con alguien que am-

— Oh, no, no.— Lo detuvo, causando que el micrófono hiciera un ruido extraño.— No quiero escucharte decirlo. Sabes que sé eso más que nadie, pero aún así... no estoy para esas cosas.

— Vale... Lo siento...— Divagó, mofándose.— ¿Entonces vienes por mí?

— ¡Seguro, enano! Estaré en diez minutos, nos vemos.

┈ ˖࣪ ★ ˖࣪ ┈

Su ceño se frunció por completo al ver el dinero frente a él, al mismo tiempo que sus labios se apretaban con frustración y el enojo presente. El muchacho frente a él pudo predecir su descontento e inevitablemente tragó saliva con nerviosismo, sintiendo el sudor recorriéndole la nuca.

ホット stripper ━ kagehinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora